El desarrollo integral de un país debe contemplar una visión de las limitaciones importantes que enfrenta la población y la forma en que se percibe su incorporación al desarrollo, teniendo un horizonte de igualdad en el mismo; considerando a esta población como una fuerza social que, como tal, requiere atención y oportunidades.

Según estudios realizados con la última Encuesta de Niveles de Vida (ENV) realizada en Panamá, se mostró que, de 615 corregimientos existentes en el país, una importante proporción de ellos, totalmente rurales, se encuentran con niveles bajos de satisfacción de necesidades básicas.

Estas comunidades mostraban deficiencias en los hogares tales como falta de agua potable, servicios sanitarios y luz eléctrica. A estas situaciones de falta de infraestructura básica se suman los problemas de educación, salud y accesibilidad vial. Las infraestructuras rurales tales como las carreteras son de mucha importancia, ya que dinamizan actividades de comunicación y comercio para las personas con menos recursos.

De acuerdo con los datos aún existen lugares que no cuentan con carreteras en buenas condiciones donde la gente tiene acceso a pocos o ningún servicio.

En este contexto, la Fundación Lymberg considera importante brindar un apoyo puntual de transporte a esta población vulnerable localizada en áreas rurales de difícil acceso, con el objetivo de aportar al bienestar social de la misma, incluyendo en muchos casos salvar vidas.